miércoles, 21 de marzo de 2018

El día que me encontré a Mario Conde en el Versalles



¿Quién me iba a decir a mí que estando su creador Leonardo Padura chorreando su baba asquerosa con el “podemista” de Iglesias por allá por la madre patria, yo  me encontraría desayunando en El Versalles de la calle 8 a mi colega Mario Conde, uno de sus más famosos personajes.  ¡Por Dios! Me lo hubiera encontrado en el café Colón de la Calzada de 10 de octubre y no me hubiera sorprendido, pero aquí, donde habita toda la mafia del exilio cubano (según Padura)... ¡No lo podía creer!
Ni siquiera llamé a mi creador. No podía perder la ocasión. Estas son oportunidades que uno no puede despreciar, así que sin pedir permiso, me senté junto a él.
Pepe el Salao (PeS): Ñoooo asere, pellízcame para ver si estoy despierto… ¿Tú aquí? Ese detective honesto, revolucionario y fiel al socialismo… disfrutando de las mieles del imperio. ¡No lo puedo creer! Algo anda mal en Dinamarca.
Mario Conde (MC): Coño, Pepe, estamos a punto de cumplir 60 años… creo que me lo merezco, ¿o no? Si mi creador anda paseando por toda Europa, ¿por qué no puedo hacerlo yo? Necesito un respiro hermano, así que me escapé de unos de los libros que dejó por aquí cuando estuvo en Miami y aproveché para dar un paseo. Necesito liberarme. 
PeS: Por cierto… ¿Qué te pareció la entrevista que le hizo Iglesias a Padura en España?
MC: Casi me vomito. Tú sabes que mi jefe tiene un verbo fino y eso de hablar por hablar y engatusar a la muchedumbre sin que nadie le entienda un carajo, se le da fácil. Tú sabes que es un don de los de izquierda, pa’qué te digo algo que ya tú sabes, pero cuando lo escuché hablando de la guerra de Angola, ahí fue donde se me estrujaron los cojones asere. ¡Hay que tener cara! Decir que los más de 10,000 muertos que hubo en Angola fueron por causas ajenas a la guerra, es un globo más grande que su cabeza. Una guerra a la que se mandaron jóvenes en pleno disfrute de la vida. Una guerra que no era nuestra y que ni los propios angolanos han agradecido jamás a Cuba nuestra supuesta ayuda. Angola será el fracaso histórico que nunca podremos olvidar aunque el de "Podemos" y Padura digan lo contrario.  
PeS: Sí. Es increíble. Que lo diga un corista de la dictadura que toda la vida a estado acostumbrado a repetir como un papagayo lo que le obligan a decir, es pasable, pero que un tipo con inteligencia, trate de tapar el sol con un dedo y ande por el mundo diciendo verdades a medias o mentiras muy increíbles, con tal de no comprometerse, es una vergüenza. Una verguenza para los escritores cubanos del exilio que luchan día a día para que sus obras sean conocidas y pasan mucho trabajo, mientras editoriales de prestigio le hacen el juego a Padura y a la dictadura... No tienes idea del empute que tiene mi creador. 
MC: No es fácil. Yo me he pasado toda mi vida trabado entre dos muros. Padura me usa, así como usa a otros personajes, para decir lo que no quiere decir él, porque no quiere perder ese puestecito que le ha dado el gobierno, de ser el vocero del sistema y además, vamos a estar aquí, también tiene miedo a que lo aplaste el aparato y que se le acabe esa oportunidad de estar viajando por el mundo. Una buena estrategia ¿sabes? Un público de izquierda, que vea que un intelectual, hable maravillas de ese sistema y justifique todo lo malo que se ha hecho, como pequeños errores humanos, pues no dudaría en creer lo que escucha. ¿Me entiendes? La hipocresía tiene un nombre, y entre escritores hoy se llama Padura. No más que no se entere porque es capaz de denunciarme con el gobierno para que me fusilen por traición a la patria. 
PeS: Sí coño, hace poco vi una entrevista que le hizo Loret de Mola en México, y escuché que todo lo que ha pasado en Cuba en estos 59 años, ha sido culpa del Bloqueo asesino que mantiene Estados Unidos contra la isla y ahora por supuesto, le echa la culpa a Trump.
MC: Ay Pepe, a otros con ese cuento. Tú lo sabes tanto como yo, que el mayor bloqueo que han sufrido los cubinches, ha sido el bloqueo interno que nos han puesto a los que vivimos en la isla y no hemos tenido la posibilidad como tú, de tomar un barco y arriesgarte a como sea para salirte de ahí. El bloqueo ese si está de cojones… Te lo digo yo que he estado dentro de la policía y se cómo se mueven las fichas de ese juego. Nos han bloqueado la lengua, la mente, el estómago, y hasta el culo coño, tú sabes que es vivir en un país que hasta para encontrar un baño público y poder cagar, hay que ser un mago.
PeS: Te entiendo. Ser un personaje de alguien que no es coherente en su forma de actuar con su forma de pensar, te hace un personaje endeble... hasta hipócrita.
MC: Tú sí que tuviste suerte socio. Tú si hablas en tu novela lo que piensas y en congruencia con tu creador. Para mí es un dilema, cuando este cabrón me pone a prender a un tipo que tiene que robar cuando no tiene que comer, porque soy responsable de aplicar la ley, en un país donde no existe la ley. Cuando me pone a atrapar a un tipo que robó una obra de arte, para buscarse unos fulas para poder pirarse del país. Yo sí estoy jodido. Porque el día que venga por mí a cobrarme lo que he hecho defendiendo a un sistema que no me agradece nada. Mira, estoy ahora aquí de ilegal, cuando yo debería tener los mismos permisos que tiene Padura para salir del país cuando me dé la gana. Yo he hecho mucho por esa revolución. No es fácil Pepe. ¿Tú crees que yo no quiero ser un personaje como tú, o como otros creados por escritores de la diáspora?
PeS: Te entiendo. Te vi en Netflix cuando te metieron en plan pijama en la casa, en las 4 estaciones de la Habana.
MC: Y encima tienes que soportar esas cosas. Lo que hace un escritor para quedar bien con el oficialismo.
PeS: ¿Y si te quedas aquí en Miami?
MC: Quien sabe hermano, con todo lo que ha hablado Padura de Trump, yo seré el primer deportado. Ni cojones. Ya estoy viejo. Y mejor no pienso en eso, no me metas el diablo adentro, y mejor sigo disfrutando de esta yuquita que está encojoná.
Terminó de comer y nos pusimos de pies para despedirnos.
PeS: ¿Y qué vas a hacer ahora?
MC: Ahora me voy a buscar un lugar donde pueda sentarme a reposar y terminar de leer…
Hizo una pausa y sacó de su mochila un libro. Quedé sorprendido y al mismo tiempo contento. Mario Conde estaba leyendo Epitafio para un sueño.




2 comentarios:

  1. Muy jocoso. Soy seguidora de Padura. Cuando lo descubrí, la sorpresa me hizo buscar toda su obra y devoré a Mario Conde, como personaje muy elaborado. Me falta por leer La neblina de ayer, pero caerá ya mismo.

    No son novelas policíacas sino declaraciones, lecciones de historia, de personalidad en la Cuba de sueños pedidos en laberintos, y de una mágica pluma en manos del autor. Me ha encantado tu post. Un abrazo

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    Respuestas
    1. Siempre me he imaginado que los personajes que creamos pueden tomar una vida fuera de nuestros escritos... y tener una opinión sobre nosotros que manipulamos su mente y sus actos. Sería muy interesante reunir a muchos y que pudieran decir lo que piensan de sus creadores jajajaja

      abrazos y gracias por comentar.

      carlos

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