Vivir en el campo cubano tenía sus pros
y sus contras. Al guajiro solo se le asociaba con caballos, puercos y largos
surcos de cualquier cosa que naciera en el campo, pero nunca con que pudiera
estudiar física; digamos que este es uno de los contras más cabrones de vivir
en el campo.
Y así le pasó a Bartolo. Un estudiante
de Física que salió huyendo de su batey por allá por el año 70 cuando la
efervescencia revolucionaria andaba bien subida con aquello que los 10 millones
iban porque iban, aunque la verdad haya sido otra.
Bartolo, tenía un abuelo que todos los
días cuando caía la tarde, le contaba que por los alrededores del Batey había
un tesoro enterrado. Según decía, por allá del 26, después que había pasado el
ciclón y había destrozado más del 90% de la ciudad más cercana al batey, como
diez días después, había llegado un forastero que había entrado a la bóveda del
banco y se había llevado todo el dinero, el cual había enterrado por los
alrededores del caserío.
Según cuentan los más antiguos del
lugar, todo aquello era producto de la imaginación del carismático abuelo de
Bartolo, pero por años estuvieron buscando por todos los rincones y no quedó un
lugar a la redonda donde hubieran hecho un hoyo para buscar el dinero.
Y heredando la terquedad de su abuelo ya
fallecido, Bartolo, como buen estudiante de física, movido por la inquietud de
la experimentación, se dispuso a construir un detector de metales.
—Es fácil papá —le dijo mientras le
mostraba el artefacto que había construido—. Mira, los detectores de metales
funcionan mediante una propiedad física que se llama magnetismo. El detector
crea un campo magnético a través de una bobina de cable, y entonces dirige este
campo magnético a través de la superficie del suelo. Otro circuito dentro del
detector de metales es el que “escucha” este campo magnético y emite un tono
que puedes escuchar por un altavoz. Cuando la bobina de cable pasa por encima
del terreno, y hay un objeto metálico, el sonido cambiará de tono. Este cambio
de tono indica que estás cerca de un objeto metálico y que deberás empezar a
cavar. Cuanto más grande sea la bobina de cable, más sensible será el detector
de metales.
—Pero hijo, ¿Cómo fue que construiste
eso? —preguntó el papá algo asustado.
A Bartolo no le dio tiempo explicarle a
su papá como había construido el detector desarmando un radio viejo y una
televisión inservible que había en el laboratorio de física donde estudiaba
porque una sirena se escuchó de repente anunciando la llegada de un carro
patrullero que venía a detenerlo.
Dos policías entraron a la fuerza al
bohío y lo esposaron más rápido que lo canta un gallo con el único y equivocado
argumento que Bartolo era un agente al servicio de la CIA que había introducido
al poblado un arma de exterminio masivo.
La represión es siempre cruel. La libertad ya sabemos que una entelequia, pero al menos que nos dejen experimentar, ¿no?
ResponderBorrarUn abrazo
ASÍ ES... pero lo peor es las cosas que se ven cuando las entendederas se cierran y los ojos se ciegan al servicio de una dictadura. Cualquier cosa se puede creer.
Borrarsaludos
Carlos
Lo que mas me gusta de mi cuento es que no me lo invente(fe de erratas: no puedo acentuar las palabras a mi computadora le cuesta el espanol. Tampoco puedo poner la ene, que no es ene es que no puedo pronunciar la n con tilde.
ResponderBorrarPor eso decía en el comentario anterior... cualquier cosa puede ser verdad aunque parezca ficción... y así fue, este cuento salió de un post en FB, y una anécdota que tú hiciste y mira...
Borrarsaludos
Carlos
Hubo un viejo que sentado en la playa sintio el sonido de unas campanitas, y jugueteando con la arena vio un cangrejo entrar y salir de un hoyo. Mirando fijamente al cangrejo oyo que el sonido de campanitas salia de su cueva y que paso, eran monedas de oro. Los doblones y peluconas de oro. Era un tesoro de los piratas. Que suerte, y sin detector de metales solo con la oreja empinada hacia el hoyo del cangrejo.
ResponderBorrarwow, un detector natural jajaja
BorrarSi me encuentro un tesoro en la Cuba revolucionaria. A que oficina hay que dirigirse para cambiar el oro por CUC?
ResponderBorrarjajaja a villa marista...
BorrarSolaballa.
BorrarLa ignorancia es muy atrevida.
ResponderBorrarUn abrazo.
y el ser esbirro mucho más.
BorrarUn abrazo Chema.
Carlos
Este chico llegaría lejos, imprevisible final.
ResponderBorrarSaludos
Si, de momento estuvo detenido hasta que se aclaró que no era un arma de exterminio masivo jajaja
Borrarsaludos y un placer.
Carlos